Se retira la basura resultante de la combustión para despejar el piso.
Se realiza la limpieza de las paredes, el techo y el suelo, otras superficies del humo y los sedimentos de hollín.
Si se ha utilizado agua para extinguir el incendio y el piso está inundado, procedemos al secado. Incluye limpieza en seco de muebles, alfombras y textiles restaurables.
Tras el proceso de limpieza, se puede volver a utilizar el mobiliario. En algunos casos, se procede a la retirada completa del papel tapiz y de revestimientos del suelo que hayan absorbido los olores emitidos al incendiarse el local.
Un paso importante es la desodorización de la habitación, es decir, la eliminación de un olor persistente y quemado que no puede eliminarse durante muchos meses sin est procedimiento.
Para ello, nuestros expertos utilizan medios de eficacia comprobada. Si se desea, el aire puede ionizarse y ozonizarse, que tienen un potente efecto desinfectante.